Kū producciones


desde 2018

OHspital

Sentado, cabizbajo, en espera. El blanco estandarte comienza a pasearse por los alrededores y decide preguntar. Nadie lo escucha, nadie lo ve, nadie lo nada. Silencio, proscripción de la palabra, del sentir, del amor. Caldo de cultivo para una buena internación. El hombre sí ve, sí siente, sí quiere, y aguarda, paciente mente aguarda. Cada tanto, entre los grandilocuentes guardapolvos, algún hilo deseante logra percibir, y así seguirá, aguardando el momento en que alguno de ellos lo invite a salir, a jugar, a vivir… a sanar.

Ella

Cuando en una escuela sólo se trata de institución, la campana puede sonar pero las melodías callan. Ella sabe de imaginación y la imaginación sabe de Ella. Mientras sus ojos posan, nuevas miradas habitan su alma. Ella despierta, toma su libro y abre la puerta para ir a jugar.

L´anomal

Un hombre en la vereda de su propia existencia. Una habitación, tres superficies del deseo y la posibilidad infinita, a cada paso, del impulso de vida del acontecimiento entre los márgenes tentáculos de los procesos vinculares. Un hombre, tan solo un hombre, ¿y qué más?

Lo Paya – Compañía Teatral


2012 a 2017

OFFicina

Entre las férreas vísceras de la burocracia, en medio de una officina que existencialmente pudiera ser de cualquiera, una empleada dubitativa entre el deber, el orden y la incógnita que le proponen las cosas que intuitivamente no le gustan. Ella sabe muy bien por qué llegó ahí, sin embargo ahora no sabe para dónde ir.

Ella

Cuando en una escuela sólo se trata de institución, la campana puede sonar pero las melodías callan. Ella sabe de imaginación y la imaginación sabe de Ella. Mientras sus ojos posan, nuevas miradas habitan su alma. Ella despierta, toma su libro y abre la puerta para ir a jugar.

Año 10

Aquí en una sociedad planteada se expresa la idea de poder cambiar el mundo, la sociedad misma. Habrá gente que sienta que es "por ahí" y otra gente que es "por allá", con el rigor de intereses e ideas que esto despliega, congenia y enfrenta. Cada cual, desde su perspectiva intuye que el mundo puede cambiarse u ordenarse, o venderse. Y aparecen los payasos, como modificadores infinitos de cada objeto y sujeto que acontezca en escena junto a ellos. Estos payasos modifican los mundos que habitan, que inventan o que sólo miran, sin ningún tipo de intención de hacerlo.

Bordeáu

Un día, normal. Un hombre, normal. La vida pasa y ni siquiera se permite en soledad. Cavernización de las pasiones. Habrá forma de otra forma? Habrá forma de multiplicar las salidas y entradas? Habrá forma de modificar la naturaleza del momento en multi-direcciones? Habrá forma? Un día, normal. Un hombre.

A medio abrir

Un transeúnte que pasa y vuelve, y vuelve a pasar sin saber bien qué es lo que está pasando. En esa realidad de rutina aplastante, la poética payasa invade la calle, el estudio y los programas de una radio, un trabajo, un sistema.